Laberinto rítmico

Tempestades enfrentadas,

divinidades trituradas,

en las verdades de tu almohada,

mueren ideas degeneradas.

Renacen arrinconadas en la mañana.

Y vuelven a caer en la siguiente parrafada

de tu siniestra pero tierna mirada.

Perdido en la hojas caídas del otoño pasado

La vida es un salto sin paracaídas:

No partimos de la misma altura.
Ni caemos a la misma velocidad.
Ni nos dura a cada uno por igual.

Creemos poder dirigir la caída
para el alivio poder encontrar.

El viento nos sugiere algo más
aun resistamos a indagar: 
Mejor vida es poder asimilar
que todos morimos al aterrizar